Formas de consumo y riesgos en adolescentes

Formas de consumo:

• Fumar: Es la forma más común de consumir marihuana. Se puede fumar en cigarrillos enrollados (“porros”), pipas o bongs. Esta forma es rápida y produce efectos casi inmediatos, pero el humo puede dañar los pulmones.
• Vapear: Consiste en inhalar vapor de marihuana calentada sin quemarla, utilizando vaporizadores electrónicos. Aunque se cree que es menos dañino que fumar, el vapeo sigue teniendo riesgos para la salud pulmonar y puede contener sustancias tóxicas.
• Comestibles: La marihuana se puede consumir en alimentos como brownies, galletas, caramelos o bebidas. Los efectos tardan más en aparecer (entre 30 minutos y 2 horas), pero suelen ser más intensos y duraderos, lo que puede llevar a un consumo excesivo accidental.
• Aceites o tinturas: Son extractos concentrados de marihuana que se usan con fines medicinales. Se aplican debajo de la lengua o sobre la piel, y su dosis debe estar controlada por un especialista.

Riesgos en adolescentes:

El consumo de marihuana en la adolescencia es especialmente preocupante porque el cerebro aún se está desarrollando hasta los 25 años aproximadamente. El uso temprano puede afectar áreas importantes como la memoria, la atención, el razonamiento y la toma de decisiones.
Además, fumar marihuana puede interferir con el rendimiento escolar y aumentar la probabilidad de abandono escolar. También incrementa el riesgo de accidentes de tráfico o laborales debido a la alteración de la coordinación y la percepción.
Los adolescentes que consumen marihuana tienen mayor probabilidad de experimentar problemas de salud mental como ansiedad, depresión y mayor riesgo de desarrollar adicción a esta u otras sustancias.

AUTOR: Reymundo Hernández Cruz